La Federación de Clubes de Radioaficionados de Chile celebra este mes la fecha de su fundación.

Hace 43 años, un 15 de Febrero, en la ciudad de Valparaíso y con la presencia de los Clubes Valparaíso, Rancagua, Talcahuano, Temuco y Coquimbo que se incorpora posteriormente como co-fundador, se concretó un sueño de muchos colegas que veían necesario crear una instancia que uniera los esfuerzos dispersos de los clubes que existían en la época. Es justo reconocer a quienes tuvieron la responsabilidad de hacer ese sueño realidad, entre ellos nuestro recordado Ignacio Martínez CE2MH (Q.E.P.D.) fallecido hace dos meses.

A través de estos años ha tenido como toda institución sus momentos de gloria y otros de crisis, lo importante es que ha sabido salir adelante. Los aniversarios son una buena oportunidad de reflexionar sobre ciertos temas que habitualmente con el tráfago de la gestión, si bien están siempre presente, no se discuten constantemente

Veamos primeramente, ¿qué es una institución? Es esencialmente un acuerdo formal, un pacto claro y franco, con un destino específico, celebrado por un grupo de personas que se sostienen sobre valores que son compartidos, éstos valores a su vez son explicitados y coinciden con los objetivos de la institución.

Las grandes instituciones están formadas por grupos intermedios, en nuestro caso los radioclubes, quienes debieran proveer de un espacio de referencia, de encuentro, de continencia, de desarrollo de las potencialidades de los individuos. En ellos debiéramos encontrar una interacción con nuestros pares, un lugar de intercambio y/o de reafirmación de nuestra propia identidad como dirigentes.

Los momentos ingratos que han afectado a nuestra federación, han sido superadas básicamente por ser una institución sólida y organizada, construída alrededor de objetivos legítimos.

En nuestra institución hay espacio para desarrollar proyectos diversos, gente capacitada para asesorar que dedica horas de su tiempo libre a través de las Comisiones que desarrollan las tareas encomendadas por el Directorio, canales e intrumentos de comunicación, vehículos de expresión y las condiciones necesarias para continuar creciendo y permitiendo que podamos ser cada día mejores, impulsando nuestro desarrollo como radioaficionados.

Las crisis en general se solucionan con mayor apego a las instituciones, no basta con detectar las falencias, sino hacer cosas concretas para solucionarlas. “Obras son amores y no buenas razones”, reza el dicho popular. Aunque este dicho se explica por sí sólo, deseo agregar que las críticas adquieren valor si éstas vienen acompañadas de actos determinados que demuestren el deseo que las cosas se hagan de mejor manera. En este caso resulta una exigencia ineludible el compromiso y la responsabilidad como cualidades imprescindibles de quienes ejercen los cargos de gestión en los distintos niveles, una responsabilidad que conlleva por supuesto el fin primario de salvaguardar los principios institucionales                                  Ningún interés personal puede sobreponerse a los de la institución y a quienes la componen y que le dan su razón de ser. Los conflictos, si los hubiere, deben plantearse y resolverse dentro de los mecanismos establecidos para ello.

En la vida de un hombre, cuarenta y tres años marcan una etapa ya madura, en que ha definido sus objetivos y se ha proyectado, formando una familia con la cual compartir un proyecto de vida.

La Federación también está en esa etapa, y nuestra familia son nuestros clubes y colaboradores, quienes al igual que en el ejemplo que daba anteriormente, cada integrante de esta familia tiene su personalidad propia y una riqueza particular y la conjunción de estas variedades hace un todo cohesionado aportando cada cual lo suyo.

Para quien escribe estas líneas, el hecho de ser la primera mujer a cargo de esta familia, involucra un compromiso de lealtad y de amor, en parte por mantener los postulados que la han sustentado a través del tiempo, y , también obviamente, por respeto a aquellos que la han dirigido anteriormente, quienes han tratado de aportar lo mejor de sí en un trabajo serio, responsable y de dedicación absoluta.

También, por qué no decirlo, me corresponde una honrosa tarea, paralela a la gestión tradicional, cual es el dejar el camino marcado para que otras damas radioaficionadas puedan más adelante acometer esta misma empresa y cuenten ellas con el mismo apoyo que he tenido en mis gestiones.

Invito en este cuadragésimo tercer aniversario en primer lugar a nuestros clubes asociados, a reconfirmar su compromiso con la Federación, permanecer unidos, creando nuevas instancias de trabajo mancomunado, a nuestras Comisiones a continuar engrandeciendo nuestra institución con su excelente labor permanente, a los operadores de nuestra Red de Emergencia a mantener ese espíritu de servicio y entrega a la comunidad con su organizado equipo de voluntarios , a nuestros colaboradores independientes, que sin pertenecer a un club se identifican con nuestra gestión y ofrecen su aporte, a los clubes que no la conforman, a sumar esfuerzos por engrandecer nuestra actividad de radioaficionados. Sólo la unión de todos permitirá hacer una radioafición moderna, de acuerdo a los tiempos que vivimos. Debemos dar el ejemplo de unidad, nuestro país debe recibir lo mejor de nosotros y va a depender exclusivamente de nuestros esfuerzos que así sea.

 CE4HBN

 

Federachi
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