FEDERACHI, Federación de Clubes de radioaficionados de Chile fue fundada un 15 de febrero de 1969 en la ciudad  de Valparaíso y con la presencia de los Clubes Valparaíso, Rancagua, Talcahuano y Temuco, Coquimbo  se incorpora posteriormente como co-fundador, con esto se concretó un sueño de muchos colegas que veían necesario crear una instancia que uniera los esfuerzos dispersos de los clubes que existían en la época.

En estos 41 años de existencia los hombres y mujeres que la han conformado, han entregado lo mejor de sí para darle una estabilidad a través del tiempo y el respeto de la radioafición nacional.

A través de estos años ha tenido como toda institución sus momentos de gloria y otros de crisis, lo importante es que ha sabido salir adelante y reinventar su trabajo en beneficio de la radioafición chilena. Los aniversarios son una buena oportunidad de reflexionar sobre ciertos temas que habitualmente con el tráfago de la gestión, si bien están siempre presente, no se discuten constantemente.

Veamos primeramente, ¿qué es una institución? Es esencialmente un acuerdo formal, un pacto claro y franco, con un destino específico, contraído por un grupo de personas que se sostienen sobre valores que son compartidos. Estos valores a su vez son explicitados y coinciden con los objetivos de la institución.

Las grandes instituciones están formadas por grupos intermedios, en nuestro caso los radioclubes, quienes debieran proveer  un espacio de referencia, de encuentro, de desarrollo de las potencialidades de los individuos. En ellos debiéramos encontrar una interacción con nuestros pares, un lugar de intercambio y/o de reafirmación de nuestra propia identidad como dirigentes.

Las crisis que han afectado a nuestra federación, han sido superadas básicamente por ser una institución sólida y organizada, construída alrededor de objetivos legítimos.

Las crisis en general  se solucionan con mayor apego a las instituciones, no basta con detectar las falencias, sino hacer cosas concretas para solucionarlas. “Obras son amores y no buenas razones”, reza el dicho popular. Aunque este dicho se explica por sí solo, quiero agregar que las críticas adquieren  valor si éstas vienen acompañadas de actos determinados que demuestren el deseo que las cosas se hagan de  mejor manera. En este caso resulta una exigencia ineludible el compromiso, la responsabilidad y lealtad como cualidades imprescindibles de quienes ejercen los cargos de gestión en los distintos niveles, una responsabilidad que conlleva por supuesto  el fin primario de salvaguardar los principios institucionales.   Ningún interés personal puede sobreponerse a los de la institución y a quienes  la componen y que le dan su razón de ser. Los conflictos, si  los hubiere, deben plantearse y resolverse dentro de los mecanismos establecidos para ello y sin que interfieran en los objetivos planteados en la misión y visión de la institución madre.

En nuestra organización hay espacio para desarrollar proyectos de diversos tópicos, gente capacitada para asesorar, canales e intrumentos de comunicación, vehículos de expresión y las condiciones necesarias para continuar creciendo y permitiendo que podamos ser cada día mejores, impulsando nuestro desarrollo como radioaficionados.

Nuestros clubes socios tienen su personalidad propia y una riqueza particular y la conjunción de estas variedades hace un todo cohesionado aportando cada cual lo suyo.

Por otra parte las Comisiones de FEDERACHI conforman un grupo de gente preparada que enriquece el trabajo de las dirigencia nacional, desarrollando su trabajo en forma voluntaria y eficiente, aportando ideas y proyectos a la diversidad de tareas que la radioafición nos exige.

Invito en este cuadragésimo primer aniversario en primer lugar  a nuestros asociados, a reafirmar su compromiso con la Federación, permanecer unidos, creando nuevas instancias de trabajo mancomunado y, a los clubes que  no la conforman, a sumar esfuerzos por engrandecer nuestra actividad de radioaficionados. Sólo la unión de todos permitirá hacer una radioafición  moderna, de acuerdo a los tiempos que vivimos. Debemos dar el ejemplo de unidad, la comunidad debe recibir lo mejor de  nosotros y va a depender exclusivamente de nuestros esfuerzos  que así sea.

Los logros y desaciertos son de cada uno de los integrantes de una institución, por lo tanto es una responsabilidad no sólo de sus dirigentes el  trabajar en pro de la consecución de los objetivos planteados en beneficio del engrandecimiento de ella, y este principio se aplica indudablemente no sólo a nivel de la Federación, sino que también  a cada club, sus dirigentes y socios.

Finalmente, deseo hacer llegar un fraternal y cálido saludo a todos quienes de una forma u otra están apoyando el trabajo de la Federación, federados o no, clubes o radioaficionados independientes, ya que lo que esta institución realice, de alguna manera involucra a la radioafición chilena toda.

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Federachi
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